Ese punto de no retorno en el que ya no puedes soltar la hamburguesa/kebap porque se desmorona...; te conviertes en el rey Midas de la mayonesa/salsa de yogur, y sólo quieres acabar rápido para ir de cabeza a la ducha. Eso si tienes suerte y no mueres antes deshidratado porque ni siquiera puedes tocar la botella (o vaso) para echarte líquido... sí... tú sabes de qué te estoy hablando, lo sé.
Hombre de pocas palabras... [y muchos pensamientos]